«También podrías…», Olga Valenzuela Albarrán

También podrías

También podrías TAMBIÉN PODRÍAS

También podrías
derribar mis paredes
como una demolición.
Tirar la puerta antes de llamar,
lamer los cristales de todas mis ventanas.

También podrías
cavar un hueco en mi hueco.

También podrías
llegar a mi oasis con mucha sed.

También podrías
apagarme el despertador con tanta fuerza
como el último esfuerzo de amor te permita.

También podrías
llorar.
Derramar gotas encadenadas
que desahoguen tu alma.
Llorar sobre mí,
siempre,
dejarme mojada.

También podrías
ser de tinta
y aparecer como un naufrago
entre mis palabras.

También podrías
ser una oración,
de esas que se rezan con fe
–con la fe de no verte y de creerte-.

También podrías
escurrirte, a oscuras,
de mis manos.

También podrías
taparme la boca.
No dejar salir ni un solo suspiro,
apresarlos como pájaros salvajes
con tu boca.

También podrías
ser de aire, salado y suave.
Traer contigo los pies gastados
y las ganas de andar descalzo.
De caminar conmigo, dentro.

También podrías
contarme que son tus señales de humo
las que acompañan hoy
a la luna.

También podrías
haber sido tú
el soplo de viento juguetón
que hoy ha levantado mi blusa blanca,
como queriendo enredarse
entre mis costillas.

También podrías
enviarme tus manos grandes,
tiernas,
suicidas.
Que han escalado montañas
y han remado en lo salado.
Que me saben de memoria.

También podrías
hacerme la guerra sin piedad.
Cuerpo a cuerpo.
Con la cara limpia
y el deseo libre, entre mis piernas.

También podrías,
deseoso de respirar mis palabras,
pedirme un «también podrías».

También podrías
leer un rato antes de dormir.
Aparcar la vida real
y navegar entre las palabras de otros.
Leer(me) y calentarme los pies.

También podrías
ser el de la mañana.
El de recién levantada,
el de la siesta.
El de la ducha, el de la cama,
el que te gusta leer entre mis piernas.

Olga Valenzuela Albarrán

6 respuestas

  1. Es una alegría tener a una profesora de lengua así. Que ama la lieratura, la poesía, crea arte y ama su trabajo, y hace que todos nos quedemos embobados escuchandote hablar de nuestro machadito. Precioso profesora❤

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