
Por la calle de las siete revueltas
corrían parejas vida y muerte.
Pidiendo justicia y mejor suerte
La Mano Negra del sueño despierta.
Por la calle de las siete revueltas
corren los miedos, las traiciones fuertes,
manos blancas siembran espanto, muerte,
secuestran, torturan, clavan espuelas.
Resucitar en el destierro, lejos,
en un mundo no muy distinto, firme
en los ideales, luchando recio.
Nueva traición lo lleva al origen,
busca en su abrazo, en su beso,
mantenerse en la lucha más firme.
La Abadesa autoinmolada
lava con rezos crímenes ajenos,
comparte comunión con este preso
de la vida, que a ambos machaca.
Francisco Javier Gelpi Paz
Impresiones sobre Por la calle de las siete revueltas de José Francisco Marín.