Descripción
La metodología empleada en este libro de estudios y análisis de la REBELIÓN MILITAR del 18 de julio de 1936, será la de una aproximación multidisciplinar (jurídica, politológica, sociológica y militar), basada en fuentes primarias del Archivo General Militar de Ávila e Histórico de Madrid, y completada con los análisis de contenido de las memorias de muchos de los testigos directos, que han escrito sobre los hechos que llevan a la Rebelión.
Entre los actores destacan: los principales, los militares de carrera (generales, jefes y oficiales) que permitieron y organizaron una asociación secreta e ilícita, llamada UME (Unión Militar Española) que constituiría el tejido conspiratorio; y los secundarios, fuerzas de derecha, fascistas y carlistas, patronal e Iglesia católica, que apoyarían al Ejército en su empeño de terminar con la Segunda República española.
Será de vital importancia la ayuda militar y económica prestada por los gobiernos fascistas de Alemania, Italia y Portugal, así como por capitales monárquicos y de derechas que abrirá tanto voluntades como fábricas de armamento.
A continuación, nos detendremos en el puesto de mando de la REBELIÓN: el Gobierno militar de Pamplona, regido por “El Director”: el general Mola. Fruto de ello se confeccionan una serie de instrucciones y directivas, largo tiempo ocultadas, para simular un alzamiento militar “espontáneo”, que se traducirán en, ”órdenes de operaciones militares” que agrupaban a hombres, armas y material, que, saldrán a escena el 18 de julio de 1936.
Finalmente, analizaremos la tipificación y consideraciones sobre el delito de REBELIÓN en los Códigos penal y militar vigentes en 1936 y la forma en que los militares rebeldes utilizaron estos, mediante los “Bandos de declaración del Estado de Guerra” y los llamados: “Procedimientos Sumarísimos” y “Sumarísimos de Urgencia”.
En el último capítulo analizaremos las consecuencias surgidas de la Rebelión y de la posterior Guerra Civil, centrándonos, en responder a esta pregunta: ¿Qué hubiera pasado si no hubiese habido Rebelión y Guerra Civil?, y pondremos de manifiesto, la contradicción manifiesta al comparar los datos, que intentaban “justificar” la Rebelión, que durante el mes comprendido entre el 13 de mayo y el 15 de junio de 1936, en el que según denunció Gil Robles en las Cortes se produjeron: *Muertos por día, 2,16; Heridos por día, 7,66… Durante la Guerra Civil, iniciada presuntamente para luchar contra este desorden, se produjeron: *Muertos por día, 102,56; Heridos por día, 307,69.
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